sábado, 5 de octubre de 2013

Sauvignon Blanc, la más fina entre las cepas blancas


Pasemos de los tintos a los vinos blancos. En climas calurosos, como estos, sin importar la hora, el lugar y la compañía, un Sauvignon Blanc es perfecto. 

Por ser una cepa blanca con intensos aromas y sabores a frutos verdes, el Sauvignon Blanc se convierte una opción ideal y refrescante, cualidades propias de la más fina entre las cepas blancas de origen francés.

Un vino de esta cepa siempre busca ser refrescante, no sabe a roble como las cepas tintas, por eso mismo su temperatura ideal para servirlo será entre los 4 y 5 grados.

Pero, ¿en dónde se cultiva?... En Australia, Nueva Zelanda, Valle de Napa (California) y Sudáfrica se produce Sauvignon Blanc de alta gama. Francia produce esta cepa en los viñedos centrales de Loira y la región de Burdeos, aunque en esta última se utiliza como mezcla con otra cepa denominada semillón. 

El placer de combinar un cebiche peruano, o un cebiche costeño propio de La Reserva, con una cepa como esta es sensacional, por una sencilla razón: para una uva blanca aromática con alta acidez, una comida también con alto contenido de acidez. 

Además, puede maridarse con comidas que contengan guacamole bajo en picante o con un pico de gallo. En cualquiera de estas combinaciones ninguno de los anfitriones opaca al otro y recuerden que ese es el arte de un maridaje adecuado.

sábado, 28 de septiembre de 2013

Syrah o Shiraz, la cepa elegante y clásica


No se deje confundir. Syrah, que se cultiva en las zonas frías de Francia, o Shiraz, proveniente de zonas cálidas deAustralia, se destaca por ser una cepa clásica, que proviene de la uva pequeña, de piel gruesa y color oscuro.

Aunque es seca, la sensación al paladar de tomar un vino de cepa Syrah es exquisita por su astringencia, pues sus taninos medios o altos juguetean entre la suavidad y la acidez en la boca.

Difícil pasar por alto la elegancia que resalta en cualquier vino Syrah. Tienen mucho cuerpo, sabores a especias y a fruta negra como la zarzamora.

Syrah o Shiraz, cualquiera de las dos maneras de pronunciarla o escribirla están bien.

La diferencia entre su denominación de origen es sencilla: si el Shiraz es del Norte de Rodano (Francia) tiende a conservar una mayor acidez. Si se trata de un Syrah de Australia, sus taninos son más suaves, pero si la cepa proviene de Sudáfrica, tiene garantizado un color más profundo y mucho cuerpo.

Siempre que quiera acompañar comidas condimentadas o especiadas, pero nada picantes, un Syrah es casi perfecto. Tenga presente servirlo a 17 grados de temperatura, en su punto.

¿Acaso no es tentador disfrutar de un Syrah en esas noches frescas o frías, acompañado de un buen estofado de res, un risotto de hongos y queso maduro?… ¡Sabemos que sí! Quedarse con las ganas no es una opción.

sábado, 21 de septiembre de 2013

Pinot Noir: Difícil de cultivar, fácil de tomar


¡Sal de la rutina! Nada más exquisito que tomar un Pinot Noir y extasiarse con sus sabores y aromas a frutos rojos frescos, similares a las fresas, cerezas o frambuesas.

Es considerada una uva tinta selecta difícil de cultivar, ya que necesita de climas fríos para desarrollarse adecuadamente.

Un Pinot Noir es perfecto para sorprender en fechas especiales como estas: ‘Amor y Amistad’, porque es un vino ligero y delicado en la boca. Elegante y sofisticado.

El sólo hecho de observarlo genera la sensación de querer tomarlo por su color tinto poco intenso, propio de sus bajos niveles en taninos que le dan una su sutil acidez. A medida que envejece su tonalidad va cambiando a unos reflejos anaranjados y ocres.

Contrario a lo que generalmente se dice: “que un vino entre más viejo genera mayor placer al tomarlo”, la mayoría de los Pinot Noir se consumen mejor cuando son jóvenes.

Cualquier productor de esta cepa sin duda debe ser bueno, pero su origen clásico es en Borgoña (Francia). También se produce en Chile (Valle Central, Valle Casablanca), en Suramérica, Australia, Estados Unidos (California y Obregón) y en Nueva Zelanda.

viernes, 13 de septiembre de 2013

Merlot, la cepa modesta de las tintas


Si usted está iniciando en el mundo del vino, o quiere sorprender con un regalo, lo mejor es el término medio: un Merlot, que es más suave que el Cabernet Sauvignon, con menos taninos que reducen la astringencia o sequedad en boca. Seguro quedará bien.

Un vino con cuerpo medio, quizá heredado de su hermano mayor, la cepa Cabernet Sauvignon, con color intenso, sabores a frutas y algo de especias, logrando una sensación más intensa en la boca, pero con una suavidad al pasarlo como si se tratara de vainilla o mantequilla recorriendo el paladar.

El Merlot se cultiva en Burdeos, Francia, y logra una armonía entre una baja acidez y aspereza al tomarlo. Difícil no extasiarse con su atrayente aroma, que es el resultado de una combinación entre moras, ciruelas y especias como el laurel, clavo y pimienta negra.

Por su carácter, su delicadeza y un brillo menos intenso que el Cabernet Sauvignon, el vino Merlot goza de un lugar privilegiado entre los sofisticados y sobrios.

Sin duda se destaca por su versatilidad para maridarse con diferentes alimentos, pero va muy bien con las carnes y las verduras si se busca un perfecto equilibrio. Eso sí, recuerde servirlo siempre a una temperatura entre 14 y 16 grados.

miércoles, 28 de agosto de 2013

Cabernet Sauvignon y carnes rojas, excelente maridaje



El maridaje para la cepa ‘reina de las tintas’ debe ser una composición equilibrada y digna de paladares exigentes. Aunque cualquier alimento podría acompañar un Cabernet Sauvignon, se recomienda escoger una jugosa carne roja para disfrutarlo sin opacarlo.

Para un Cabernet Sauvignon, el más especiado y astringente al paladar, las carnes rojas marmoladas, con alto contenido en grasa y que requieran cocción a altas temperaturas, se convierten en el maridaje perfecto.

Los típicos asados o parrillas son ideales para acompañar esta cepa de poderoso cuerpo, por su alto contenido en taninos que dan la sensación de resequedad en la boca. Esta sensación combina muy bien con el nivel de grasa que pueda tener un corte como un churrasco o una punta de anca, que al sellarse a altisimas temperaturas permite mantener sus jugos y sabores consenvando su suavidad al interior.

Sin embargo, en una sencilla reunión de amigos o colegas, por ejemplo, el Cabernet Sauvignon también se puede acompañar con una tabla de quesos maduros como el gruyere o inclusive un buen suizo, o de pasta dura como un manchego denominación de origen, madurado 12 meses. No nos olvidemos de nuestro delicioso queso paipa con buena maduración.

Recuerde que un buen vino hace a una comida diferente, por eso no dude seguir estas recomendaciones para acompañar a una exquisita y elegante anfitriona como es la ‘reina de las tintas’.

miércoles, 21 de agosto de 2013

Cabernet Sauvignon, la cepa ‘reina de las tintas’



Se conoce como ‘la reina de las tintas’ y se caracteriza por su color intenso, alto nivel de taninos, complejos aromas y sabores a frutos rojos maduros, frutas en conserva y especias (pimienta y menta). El paso por madera le aporta estructura y suaviza los taninos.

Tomarlo es una verdadera experiencia al paladar. Sus taninos altos y fuertes aportan una sensación agradable de resequedad en boca que, combinados con una alta intensidad de sabores, hacen de esta cepa una de las mas destacadas en el mundo de los vinos.

Por supuesto en cualquier país productor de vinos puede encontrar un Cabernet Sauvignon, pero si tiene la oportunidad de disfrutar la cepa de Burdeos (Francia), el Valle de Napa (California) o el Valle del Maipo (Chile), tiene garantizada una sublime experiencia, pues son estos los lugares donde más se destaca por su calidad y estilo.

Al observar a la ‘reina de las tintas’ se percibe fuertes e intensas tonalidades que van desde un rojo oscuro, pasan por un rubí, también tiene notas violeta que se transforman a un tono más naranja con el tiempo de conservación o añejamiento.

Extasiarse con su aroma es una experiencia mágica por su esencia a pimiento verde, higos secos, especias, ciruela y frutos rojos maduros como la frambuesa.

Si desea consumirlo recuerde que la mejor temperatura para exponerlo es entre los 16° y 18°. No debe servirse ni tan frío, ni tan caliente. Ideal para maridarlo con carnes rojas y marmoladas.

En una próxima publicación conocerán más de esta cepa ‘reina de las tintas’.

lunes, 12 de agosto de 2013

Cepas



En el  mundo de los vinos, se conoce como cepa al tipo de uva de la cual se obtiene el licor. La zona, el piso térmico y la temperatura son algunos de los factores más influyentes dentro de la clasificación de éstas.

Los vinos se clasifican en: tintos, blancos, espumosos y rosados; de allí se destacan innumerables variedades de cepas. Cabernet Sauvignon, Syrah, Pinot Noir, Merlot, Malbec, son algunas de las cepas tintas más populares y aceptadas por los amantes del vino.

Cabernet Sauvignon de origen francés y catalogada como la cepa reina, se caracteriza por su aroma a frutos rojos, chocolate y menta; de taninos altos y gran cuerpo. Para disfrutarlo mejor, un vino de esta cepa debe servirse preferiblemente a 17°.

La uva Merlot es una de las más famosas e indicadas para acompañar la comida. Proviene de la región francesa de Burdeos y es también llamada la “hermana menor” de la cepa cabernet. Se caracteriza por su baja acidez, sabor a moras, ciruelas, cerezas y color violeta intenso.

Shiraz, también conocida como Sirah o Syrac, es una cepa de gran cuerpo, alta concentración de taninos. En ella podrían encontrarse sabores a pimienta y frutos rojos. Algunos estudios afirman que esta uva es ideal para contrarrestar el envejecimiento.

La cepa Pinot Noir originaria de Borgoña en Francia, es el alma de un vino suave con un fascinante aroma a frutas y acidez equilibrada. La Pinot Noir es también utilizada para la elaboración de champagne rosa.

Si desea consumir un vino de cuerpo medio y taninos bajos elija un Malbec, ideal para maridar con carnes rojas y quesos maduros.

miércoles, 3 de julio de 2013

Música y Vino: otro maridaje perfecto

Pensar en música y vino es considerar la idea de experimentar un excelente maridaje en el que se acompaña y activan los 5 sentidos: gusto, vista, olfato, oído y tacto.

A lo mejor si usted es un #winelover también sabrá apreciar la buena música, en buena compañía y con una excelente botella de vino. ¿Qué tal este menú? Fly me to the moon, de Frank Sinatra acompañado con un vino carmenere a 18° de temperatura, intenso en sabor, de taninos altos, color purpura intenso que marca su huella en la copa de cristal ¿delicioso, no? 



De seguro si prueba con un Merlot a 17° de temperatura tan complejo pero tan perfecto para escuchar improvisar a Norah Jones con Happy Pills tampoco se arrepentirá. Pero si lo que desea es equilibrar lo suave y dulce de las notas musicales o la compañía, sería ideal acompañarla con un vino chardonnay de cuerpo medio, sensación cremosa y acidez media.



Para la auténtica e increíble voz de Fito Paez uno de los más importantes exponentes de rock argentino un vino malbec, cepa insignia de este país, preferiblemente con paso por madera para que resalte sus sabores a ciruela negra o cereza negra. 




La Reserva es cultura del vino en la ciudad, por eso queremos ofrecerle lo mejor y para ello contamos con personal certificado, productos de la mejor calidad, el espacio y ambiente ideal para todos los #WineLovers de @Bucaramanga.

Comida y vino: una experiencia agradable



El maridaje no puede ser tratado solo como un arte, pues si estamos frente a una invitación especial no solo el plato y la buena presentación del mismo juegan un papel elemental. El vino con que se acompañe cada plato es fundamental para realizar una composición digna de los paladares más exigentes.


En los vinos podemos encontrar diferentes intensidades, intensidad en sabores, en aromas, vinos intensos en taninos o por el contrario vinos de taninos suaves. Poder identificar estas intensidades le permitirá familiarizarse con sus sabores básicos, una vez cumplido este proceso podrá comenzar a experimentar el mundo del maridaje, realizar la combinación mas aproximada a la perfección entre el vino y la comida. Finalmente se trata de una experiencia personal, única y de gustos subjetivos pero que tiene unas reglas básicas que bien aplicadas pueden maximizar esta experiencia. 

Así como en el vino, en el maridaje también encontramos una clasificación de sabores, divididos en sabores ácidos, amargos, dulces y salados:

Sabor ácido: podrá ser percibido en los costados de la lengua y se identifica fácilmente detectando la salivación de la boca al contacto con el elemento ácido.

Sabor amargo: se siente al interior de lengua, casi al final. El vino tinto, especialmente, presenta esta característica debido a los taninos que posee.

Sabor salado: se percibe en la parte central y media de la lengua, presente en el vino, pero es casi imperceptible.

Sabor dulce: es el primero que se percibe y llega directo a la punta de la lengua. Todos los vinos tienen algún grado de dulzor, por que el azúcar es un elemento presente en la uva y en la vinificación.

Recuerde que el éxito de la combinación elegida entre el vino y la comida en muchas ocasiones depende de la clara percepción de los diferentes sabores y la sutileza del paladar del anfitrión.

Si usted desea familiarizarse un poco más con los vinos, en Bucaramanga la boutique La Reserva, ofrece catas de vino todos los miércoles de 7:00 p.m. a 9:00 p.m. Muy pronto también capacitará a quienes estén interesados en el tema de maridaje de vinos.

Armonía de texturas y sabores



El maridaje del vino por tratarse de una combinación de bebidas con comida, como en muchas artes no es objetivo, pues se ajusta al gusto y ánimo de cada persona.

Su denominación se presenta como: maridaje por combinación, contraste y regional, esta última resulta ser el punto de partida del maridaje pues los vinos se desarrollaron para acompañar la cocina de determinada región. 


Cuando se habla de maridaje por contraste se hace referencia a la diferencia en la intensidad de los sabores del vino y los alimentos. En este caso un alimento muy poderoso podría opacar por completo a un vino suave y un vino de gran carácter dejar atrás a un alimento muy delicado. Por lo tanto es recomendable que el vino y la comida contengan sabores igualmente intensos sin olvidar que la sal en la comida realza la riqueza y suavidad del vino.


La comida dulce resulta agradable con vinos que tengan un grado de dulzor similar, aunque, los sabores de una comida salada también podrían ser realzados si se combina con un toque de dulzor, en este caso con un vino dulce. También es recomendable emparejar las carnes fibrosas con vinos tánicos y las comidas ricas en grasas y aceites con vinos de acidez alta.

Los vinos frescos como el riesling pueden ser buenos compañeros de carnes grasas como la de pato o ganso, o en el caso de la comida italiana en donde los vinos de acidez alta también lograrían una combinación casi perfecta. Contrario a si se desea comer salmón ligeramente ahumado que alcanzaría su armonía con un champagne o chardonnay con cuerpo.

En algunos casos sólo los vinos tintos muy estructurados y complejos en aromas aguantan la carga de picante de un plato mexicano, que podría ir acompañado por un cabernet sauvignon, por cierto considerado como la reina de las cepas tintas.

Finalmente no hay que olvidar que el éxito en la combinación del plato con el vino también depende de algunos componentes claves en la cocina como son la cocción, las salsas, aderezos y la pieza principal del plato (pasta, pescados, carnes rojas o blancas).

Maridaje, un arte que todos disfrutan pero pocos conocen



El arte de saber combinar los alimentos y el vino, sentir y disfrutarlos logrando siempre nuevas sensaciones en su degustación, es el fin único del maridaje. Generalmente el sommelier es el encargado de recomendar las combinaciones de comida y vino a sus comensales.

Vino, texturas y buen sabor, son las características de esta experiencia sensorial muy placentera a nuestro paladar.

Aunque no existe una única elección para maridar un vino con una determinada comida, algunos resultan ser una mejor elección que otros.

Para lograr dicha elección es necesario tener en cuenta los componentes básicos en un vino y una comida e intentar equilibrarlos de tal manera que ninguno de los dos sobrepase los sabores del otro, mucho menos que salga un tercer sabor desagradable. Si se desea lograr un maridaje ‘’perfecto’’ es importante tener en cuenta algunas reglas básicas:



  • Combinar la pesadez/ riqueza de la comida y el cuerpo del vino.
  • Combinar la intensidad del sabor de la comida con la intensidad del sabor del vino.
  • Combinar comidas ácidas con vinos de acidez alta.
  • Combinar comidas dulces con vinos dulces.
  • Maridar vinos blancos con pescados.
  • Maridar vinos tintos con carnes rojas.
  • Beber vinos blancos antes que los tintos.
  • Beber vino seco antes que el dulce.
  • Beber vinos jóvenes antes que los viejos.


Igualmente el hecho de emparejar comidas saladas con vinos dulces o comidas grasas con vinos de acidez alta, permitirá una combinación ideal. 

La Reserva ofrecerá a todas las mamás una invitación especial a maridar, el próximo sábado 11 de mayo de 3:00 a 6:00 p.m. con el fin de que conozcan, disfruten y aprendan un poco sobre este particular arte. Lo único que deben hacer es separar su cupo enviando los datos personales al correo electrónico lareserva.vinosylicores@gmail.com o por medio de las redes sociales. Los cupos son limitados.

Además de esta atención, las mamás tendrán el 10% de descuento por consumo de vinos Montes en la tienda. Y para quienes deseen sorprenderlas con un regalo especial y diferente, ofrecerá las canastas que podrán armar a su gusto y presupuesto.

Regiones Vitivinícolas



Se entiende por región vitivinícola a una extensión de tierra destinada al cultivo exclusivo de la vid, para su perfecto desarrollo se deben tener en cuenta dos grandes elementos como son: el clima y suelo. Del buen manejo y conocimiento de estos, junto con las características particulares de cada región, resulta el lugar de crecimiento adecuado para las diferentes cepas. 

Las regiones vitivinícolas consideradas como las mayores productoras de vino en la tierra se encuentran clasificadas en viejo y nuevo mundo: el primero comprende toda Europa y el segundo está conformado por Argentina, Chile, Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica y finalmente Estados Unidos, más exactamente en California.

Los elementos climáticos más importantes para la viticultura son las temperaturas, precipitaciones, humedad de la zona y el viento. De allí nace el sello propio de cada cepa que es determinado por el clima y la tierra donde nace y habita.

En las regiones vitivinícolas existen diversos tipos de suelos, dentro de los más reconocidos se encuentran los ácidos, alcalinos, aluviales, arcillosos, arenosos, y calcáreos. Todos dependen de un drenaje adecuado del suelo, ya que un suelo bien drenado es un suelo caliente y un suelo húmedo es un suelo frío. 

En Colombia las condiciones climáticas tropicales dificultan la producción vinícola y con esto el desarrollo de sus regiones vitivinícolas. A pesar de esto en Boyacá, en el municipio de Sutamarchán existe un proyecto de cultivo y producción de vinos de calidad, conocido como ‘’viñedo Aim Karim’’, en esta región a 2.100 metros de altura y considerada como una de las más secas del altiplano cundiboyacense, se siembran cepas de Chardonay, Cabernet Sauvignon y Sauvignon blanc, traídas desde Francia. Su producción inició desde 1998 y en la actualidad cuenta con más de 38.000 plantas que producen 5.000 litros cada vendimia.

jueves, 25 de abril de 2013

El vino y su historia



El vino es un jugo de uva con concentración natural de azúcar al que se agregan levaduras, microorganismos que se alimentan del azúcar del fruto de la vid y la transforman en alcohol y dióxido de carbono. 

Su origen se encuentra ampliamente relacionado con la historia de la humanidad. El hombre, en su etapa de sedentarismo y en busca de satisfacer una de sus principales necesidades, inicia el proceso de la agricultura con el cultivo de higos, olivos, trigo y vid. 

Los primos rastros de esta bebida se remontan al medio oriente donde desde el año 8.000 a.C. Ya se practicaba el cultivo rudimentario de uva silvestre; en Egipto y Mesopotamia su origen se dio en el año 4.000 a.C. y 2.500 a.C. En el mar egeo que se encuentra localizado entre Grecia y Turquía.

Las sagradas escrituras también tienen protagonismo en la procedencia del vino desde el antiguo testamento cuando "Noé comenzó a labrar la tierra y plantó una viña; bebió el vino y se embriagó" (Génesis 9-21). 

Los primeros vinos comercializados eran almacenados y transportados a granel en barrica. La primera región en donde se empezó a embotellar esta bebida fue en La Rioja, España, alrededor del siglo XIX. Existe una primera clasificación de 3 tipos de vinos: vinos tranquilos, vinos espumantes y vinos fortificados. 

En Bucaramanga el compromiso con la cultura del vino nace en 2011 con la nueva tienda la reserva, boutique que además de ofrecer a los santandereanos vinos y licores de excelente calidad, a precios asequibles, cuenta con un espacio acogedor y un ambiente propicio para quienes desean deleitarse con una copa de vino, platos exquisitos (el ceviche costeño, destacado según la revista Don Juan como uno de los 50 mejores del país), capacitaciones, asesoría en su compra y catas de vinos para quienes disfrutan o desean conocer un poco más de esta bebida.

Las capacitaciones y catas son dirigidas por el gerente de la reserva, Juan Felipe Vega, joven profesional en economía y empresario por tradición, quien se encuentra certificado en segundo nivel del Wine&Spirit Education Trust. Con esta iniciativa, Juan Felipe busca ‘’que la gente de Bucaramanga aprenda a conocer los vinos y aprenda a tomarlos. Se familiarice con los vinos de Europa, los de Francia, Italia y España, que son muy lejanos para nosotros en muchas cosas¨.