En el mundo de los vinos, se conoce como cepa al
tipo de uva de la cual se obtiene el licor. La zona, el piso térmico y la
temperatura son algunos de los factores más influyentes dentro de la
clasificación de éstas.
Los vinos se clasifican en:
tintos, blancos, espumosos y rosados; de allí se destacan innumerables
variedades de cepas. Cabernet Sauvignon, Syrah, Pinot Noir, Merlot, Malbec, son
algunas de las cepas tintas más populares y aceptadas por los amantes del vino.
Cabernet Sauvignon de origen
francés y catalogada como la cepa reina, se caracteriza por su aroma a frutos
rojos, chocolate y menta; de taninos altos y gran cuerpo. Para disfrutarlo
mejor, un vino de esta cepa debe servirse preferiblemente a 17°.
La uva Merlot es una de las más
famosas e indicadas para acompañar la comida. Proviene de la región francesa de
Burdeos y es también llamada la “hermana menor” de la cepa cabernet. Se
caracteriza por su baja acidez, sabor a moras, ciruelas, cerezas y color
violeta intenso.
Shiraz, también conocida como
Sirah o Syrac, es una cepa de gran cuerpo, alta concentración de taninos. En
ella podrían encontrarse sabores a pimienta y frutos rojos. Algunos estudios
afirman que esta uva es ideal para contrarrestar el envejecimiento.
La cepa Pinot Noir originaria de
Borgoña en Francia, es el alma de un vino suave con un fascinante aroma a
frutas y acidez equilibrada. La Pinot Noir es también utilizada para la
elaboración de champagne rosa.
Si desea consumir un vino de
cuerpo medio y taninos bajos elija un Malbec, ideal para maridar con carnes
rojas y quesos maduros.
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